La eficiencia energética en el hogar no depende solo de los electrodomésticos o los sistemas de calefacción y refrigeración. Un factor determinante —y muchas veces pasado por alto— es el aislamiento térmico, especialmente en la fachada y el tejado de la vivienda.

¿Por qué se pierde tanta energía?

Entre el 25% y el 35% de las pérdidas de energía en una casa se producen precisamente a través de las superficies exteriores mal aisladas. El calor tiende a desplazarse hacia zonas más frías, por lo que en invierno el calor interior se escapa al exterior, y en verano, el calor del exterior entra con facilidad. Esto obliga a hacer un uso intensivo de calefacción o aire acondicionado, con el consecuente aumento del consumo energético y el gasto económico.

¿Cómo influye el aislamiento?

Un buen aislamiento térmico reduce significativamente estas pérdidas. Materiales con propiedades aislantes adecuadas ayudan a mantener una temperatura interior constante, mejorando el confort en todas las estaciones del año y reduciendo la necesidad de recurrir a sistemas artificiales de climatización.

Elegir bien los materiales importa

No todos los materiales de construcción aíslan de la misma manera. Elementos como paneles aislantes, ladrillos cerámicos de alta densidad, cubiertas ventiladas o revestimientos específicos para fachadas pueden marcar la diferencia. Además del aislamiento, muchos de estos materiales también ofrecen beneficios acústicos y una mayor durabilidad frente a la humedad y los cambios de temperatura.

Aislar bien es ahorrar mejor

Invertir en un aislamiento adecuado no solo mejora el confort de la vivienda, también representa un ahorro importante a largo plazo en consumo energético, y contribuye a una construcción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Contacta con nosotros, nuestro equipo estará encantado de ayudarte a elegir los mejores materiales para que tu vivienda sea más eficiente, cómoda y con un acabado de calidad.