Si estás reformando, construyendo o simplemente te has acercado a una tienda de materiales, seguro que has oído hablar de cemento, mortero y hormigón. Suenan parecido, pero no son lo mismo. Y elegir el adecuado puede marcar la diferencia entre una obra bien hecha y un problema futuro.

El cemento es el componente base. Es un polvo que, al mezclarse con agua, se endurece. Se usa para fabricar mortero y hormigón, pero no se suele utilizar solo.

El mortero es una mezcla de cemento, arena y agua. Se usa principalmente para unir ladrillos, revocar paredes o realizar pequeñas reparaciones. Es más manejable y fácil de aplicar que el hormigón.

El hormigón incluye cemento, arena, agua y grava. Es mucho más resistente y se utiliza para estructuras que necesitan aguantar peso: suelos, pilares, losas, etc.

En resumen:

  • Cemento = materia prima.

  • Mortero = cemento + arena. Ideal para unir o alisar.

  • Hormigón = cemento + arena + grava. Perfecto para estructuras resistentes.

En Hermanos Borbolla te asesoramos para que elijas justo lo que necesitas según tu proyecto. Seas profesional o particular, aquí encuentras calidad, variedad y cercanía.